La Plaza Ñuñoa como espacio multifuncional y transcultural
(21 noviembre 2024) El origen de la Plaza Ñuñoa se remonta a la construcción de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en la esquina de las calles Irarrázaval con Francisco Molina. El desarrollo urbano del área está íntimamente ligado a los antiguos loteos de los terrenos de la iglesia y estuvo rodeada por chacras como Valparaíso y Santa Julia. Fue entonces que los jesuitas donaron tierras para la creación de una plaza cívica a comienzos del siglo XIX, y durante una remodelación en 1980, se encontraron osamentas que indicaban la existencia de un antiguo cementerio jesuita en la parte sur de Irarrázaval.
La Plaza Ñuñoa es el corazón de este sector, orientado hacia el sur de Irarrázaval, donde se encuentran la pérgola y juegos para niños. La plaza y sus calles colindantes marcan la arquitectura neoclásica y moderna, mientras que palmeras, álamos y plátanos orientales decoran sus calles. Este barrio ha sido testigo de diversas transformaciones: desde los canales de regadío en sus bordes, hasta la llegada del tranvía tirado por caballos, seguido por el tranvía a vapor y luego el trolley. Este desarrollo impulsó la urbanización y el nacimiento de barrios emblemáticos como Dublé Almeyda, Brown Sur, y Doctor Johow.
En este capitulo de la serie, conversamos con dos representantes del territorio, Paola Bernales Pantoja, tesorera de la Junta de Vecinos Nº 18, y Marcelo Fagalde, antiguo vecino del sector, quienes testimoniaron el aspecto histórico y cultural del territorio, “Es un barrio gastronómico, algunos muy conocidos como la Batuta, Las Lanzas y El Dante”,contó Paola, y que además cuenta con buena conexión y seguridad, además de su sello cultural y artístico, tal como el Teatro UC.
“Somos un punto de encuentro, de estrés, un poco de locura y de carrete también”, agregó Marcelo. Una de las características especiales de este sector – acota el vecino Fagalde – es que muchos de los propietarios de los locales comerciales del sector viven en los propios barrios, entregando su convivencia cotidiana con la vecindad, lo que ofrece un sello no muy común en la actividad productiva de las comunas.
Uno de los vecinos más peculiares es el ex Pedagógico, hoy Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), que ofrece a la comunidad del sector variadas actividades culturales y artísticas, además de facilitar su espacio para ferias de emprendimiento, tal como lo relata la dirigenta vecinal, “nos llena de orgullo de poder darle una vida más real y firme al espacio público”.
Para ambos entrevistados, Ñuñoa es una comuna que ha mantenido cierta y variada riqueza arquitectónica del siglo XIX y XX. Pero, con la llegada de intelectuales, políticos, artistas y profesionales se ha plasmado su riqueza cultural de convivencia entre la comunidad y las personalidades destacadas a nivel nacional e internacional.
El boom inmobiliario para los 267 mil habitantes de la comuna ha obligado a sus nuevos vecinos de departamentos a ocupar el espacio público con mayor ahinco, son los parques y plazas un lugar obligado de convivencia vecinal, “la gente sabe que el espacio público es de todos, eso también hace que lo puedan pedir y utilizar”, señaló Paola.
Las plazas fueron un centro de diseño urbano característico de nuestro país, y la Plaza Ñuñoa no es la excepción, alrededor de su espacio convive la iglesia con los centros comerciales, restaurantes y algunas casas del siglo XX, sin embargo, es la plaza misma donde ocurre el paseo obligado de mascotas y niños, lo que se vuelve una agradable caminata en las tardes y noches estivales, comenta Marcelo.
Para la dirigenta social, la variedad cultural y religiosa manifestada a través de la instalación de mesquitas, parroquias y templos, hace que estos barrios ñuñoínos ofrezcan una rica y muticultural naturaleza de sociabilidad. Ello, se aprecia en que en una misma cuadra coexiste el comercio con las creencias religiosas y los centros artísticos, entrelazados con casas y edificios de gran altura.
La participación activa de la comunidad con la organización vecinal es baja, y esto no es exclusivo de Ñuñoa, dado un fenómeno de los últimos decenios en cuanto a una reducción de la inclusión social de las personas en las organizaciones funcionales y territoriales, argumentó Paola.
Para Marcelo, el entorno de los barrios que colindan el territorio de la unidad vecinal es multifuncional, por ello, la invitación a la comunidad para ocupar las plazas y parques. En este sentido, agregó Paola, “una de las maneras que hemos descubierto es que la seguridad parte en el espacio público, por lo tanto, el uso del espacio público, que se apropien del espacio público y lo compartan, también es parte de la seguridad, porque no sacamos nada con aislarnos en nuestras casas”, propuso la dirigenta del territorio Nº 18 de Ñuñoa.
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