Eduardo Villalón: un componedor de huesos de las ferias de Peñalolén
(12 octubre 2023) El oficio tradicional de “sobar o huesear”, implica masajes y manipulación de las áreas afectadas. La práctica de los componedores de huesos o personas que realizan terapias al tacto existe en buena parte de América Latina, aunque puede variar en términos de nombres y métodos específicos según la región y la cultura.
Estos curanderos patrimonial a menudo se especializan en el tratamiento de fracturas, lesiones musculares y problemas músculo-esqueléticos utilizando técnicas de manipulación manual, hierbas medicinales y otros métodos tradicionales. En diferentes países de nuestro continente indigenista pueden tener nombres y enfoques ligeramente diferentes.
El programa “Oh! Citoyens” se transmite por Radio Universidad de Chile, 102.5 FM, a través de su proyecto: “Conexión Patrimonial: sonidos de geografía humana”, segunda temporada, y cuenta con el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, ámbito regional de financiamiento, convocatoria 2023. El invitado para el vigésimo cuarto capítulo es Eduardo Villalón Villa, componedor de huesos de la comuna de Peñalolén, región Metropolitana.
Según este cultor tradicional, “este es un trabajo que hoy día no se ve, practicamente es muy escaso verlo, las personas que lo hacían, la mayoría han fallecido (…) mi madre que lo hacía también falleció”, dijo. A nivel país, se destacan los componedores de Tirúa, donde el Ngütamchefe es la persona especialista, conocedora de la forma, funciones y posición de los huesos. Esta es una habilidad traspasada intergeneracionalmente y no existe una forma única de enseñanza y aprendizaje.
El método de trabajo de Don Eduardo, que lleva más de 25 años dedicados al oficio, parte en su casa o en el hogar del paciente, y también en las ferias de Peñalolén, un lavatorio con agua tibia con salmuera durante unos 10 minutos, luego se aplican masajes con cremas o ungüentos en base a extractos de hierbas en las zonas dañadas. Posteriormente, se fuerzan los huesos dañados hasta dejarlos en su posición original, donde muchas veces se deben dar 2 o más tirones que causan cierto dolor pasajero, explica con voz cancina.
Para Villalón, los accidentes se producen por la vida agitada en las grandes ciudades, y “esos mismos problemas los llevan a descomponerse”, por ejemplo, esguinse, que es una lesión de los ligamentos de articulaciones, son fibras fuertes y flexibles que sostienen los huesos. Cuando estos se estiran demasiado o presentan ruptura, la articulación duele y se inflama, o también, el lumbago que es una rigidez en la espalda, disminución del movimiento de la región lumbar y dificultad para pararse derecho.
En relación a la medicina tradicional, los componedores de huesos cumplen una función de apoyo social en casos especiales, pero que son de un costo más económico. Esto ocurre cuando las personas no tienen acceso formal a consultas médicas. Ahora, es importante destacar que son pocos los cultores dedicados a esta tarea de recuperación, es un oficio que puede perderse en el tiempo actual.
Al terminar el proceso, se aplican vendas con mucho cuidado para que la rehabilitación sea la más adecuada al daño muscular u óseo. El paciente debe poner la pierna o el brazo dañado en cierta posición para su rápida mejora y volver a un segundo control para la alta curativa. Este proceso también se aplica al dolores o enfermedades del cuello.
En caso de fracturas, Don Eduardo deriva al médico o centro de urgencias. Es decir, las quebraduras de huesos, obviamente requieren de especialistas. Por ello, en materia de prevención la forma de caminar, movimientos bruscos, fuerzas mal empleadas, junto con la distracción mientras se mira el celular es un factor muy seguido de accidentes evitables, comenta el componedor de huesos.
Don Eduardo dice que “los años no pasan en vano”, y muchas articulaciones se van desgastando y las personas de la tercera edad están más propensas a sufrir accidentes graves, en especial, en relación a sus caderas y rodillas. También, en plena feria de Peñalolén, atiende a locatarios que sufren accidentes.
“Los hombros son las atenciones más complicadas que me ha tocado atender”, señala. Estos accidentes caseros son los más recurrentes y está en todas las edades. “las aberturas de carne son más complejas que las propias quebraduras”, agrega. Incluso atiende dolencias por efecto del nervio ciático.
La prevención es muy importante, “al bajarse de una micro, el caminar por aceras irregulares, hace una fuerza mal y tien hernias y lumbagos”, acota.
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