El Territorio Vecinal del Contramaestre Micalvi
(7 noviembre 2024) El nombre de esta área vecinal ñuñoína se debe a un homenaje al contramaestre Micalvi quien sirvió a la Institución de mar entre el 1877 y 1880, participando en el Combate Naval de Iquique a bordo de la corbeta ‘Esmeralda’. Originalmente estaba en los terrenos de la ex chacra Valparaíso cuyo dueño fue Ramón Cruz Montt, quien llegó a ser vicepresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura y alcalde de Ñuñoa entre 1924 y 1926.
El nombre del lugar quedaría plasmado en el nombre de la urbanización ‘Población Valparaíso’, entre las calles Montenegro y Coventry, cuyos loteos se ofertaron entre las décadas de 1930 y 1940. Hoy solo queda el nombre de la calle Valparaíso, una pequeña arteria de dos cuadras y media entre Diagonal Oriente y calle Ramón Cruz.
El programa radial ‘Territorios Vivos en Ñuñoa’, ejecutado por la Junta de Vecinos Nº 20, Parque Juan XXIII, de Ñuñoa, que se transmite por radio UdeChile, 102.5 FM y plataformas asociadas, es un proyecto del Gobierno de Santiago, financiado a través del Fondo de Comunidad Activa, y aprobado por el Consejo Regional Metropolitano -CORE.
En este capitulo de la serie, conversamos con dos residentes del territorio, Carmen Arévalo Cabello, presidenta de la unidad vecinal 22, y el ex dirigente social, Patricio Talavera, quienes nos relataron acerca de sus llegadas a la comuna durante el siglo XX. “Cuando llegamos a vivir en la década de los años ‘60’ eran todos terrenos aún sin pavimentar, sitios eriazos”, dijo Talavera.
Como organización social, Carmen Arévalo, señala que en la época de los ’70, habían pocos edificios, y todavía se podía producir una convivencia social, sin embargo, en la actualidad se ha modificado dicha comunicación entre la vecindad, ya que “la gente de los edificios nos ha costado mucho bajarla y que se incorporen con nostros, porque la gran mayoría son arrendatarios y ellos no tienen el sentido de pertenencia que tenemos”, agregó.
Este antiguo vecino recuerda la vida comunitaria del siglo pasado cuando la Congregación de los Agustinos, donando el terreno a la plaza de los agustinos, entre Micalvi y Castillo Velasco, incluida la sede comunitaria, la que fue expropiada por el Gobierno Militar, y posteriormente entregada a la municipalidad, actualmente la sede vecinal se encuentra en comodato, acotó Talavera.
Las empresas de la época construían casas para sus trabajadores, en década de los ’70 la vida de barrio era muy diversa y colaborativa, más tranquila y segura, “todos los vecinos se conocían, para navidad y año nuevo uno enmpezaba dando los abrazos no sé adonde y terminanaba no sé cuando (…) ya no está la calle continua, en medio de la calle están estas torres”, expresó la dirigente social.
Edificios de gran altura han perjudicado la vida comunitaria de aquellos barrios ñuñoínos que recordaban con nostalgia nuestros invitados, esto incluye la construcción del mega proyecto ‘Plaza Egaña’, donde diversas organizaciones están luchando para que no se lleve a cabo con el diseño actual, “algo más amigable”, tales como las Unidades Vecinales Nº 5 Bremen, Nº 3 Arturo Prat, Nº6 Gorostiaga, Nº21 Ramón Cruz, Nº23 Villa Frei, por el lado de Ñuñoa.
También el anteproyecto de autopista ‘AVO II’ por Americo Vespucio, donde el problema de las chimeneas de 15 metros sin sistemas de filtros, lo que dañaría la calidad de vida de sus residentes. “Eso va a perjudicar la vida no tan solo de Ñuñoa, sino que también de Peñalolén, Macul, Peñalolén”, recalcó Carmen.
Las estaciones del Metro han ayudado a la conectividad del transporte urbano con sus residentes y usuarios de la jurisdicción vecinal, es decir, el aporte logístico de la Línea 3, 1 y 4, cercanas al sector. Además, de la locomoción colectiva que recorre Irarrazaval y las calles colindantes.
Ser dirigentes en esta época dista mucho de finales del siglo XX, y ello es recordado por Patricio Talavera, “antes había más participación, hoy, después de la pandemia, practicamente la gente es reacia a las reuniones presenciales”, explicó. Al mismo tiempo que relata que las personas son en la actualidad reacias a tomar cargos de representatividad social.
Para Carmen Arévalo, la pandemia afectó la participación social activa de los vecinos, “no llegamos a los quorum de 50 personas en las asambleas”, y solo se comunica a la comunidad las informaciones a traves de las redes sociales.
Recuerda la dirigente vecinal que el barrio tuvo en su época de auge, tales como los Supermercados Marmentini Letelier (1978) y Portofino (1967), el Gimnasio Manuel Plaza (1960), las fábricas de muebles artesanales, y la primera oficina de Metropolis, junto con las villas con casas de arquitecturas clásicas y estéticas modernistas.
Ver completa la entrevista completa en nuestro canal YouTube:
https://www.youtube.com/live/it5WiXZuSPw?si=ri5ssIG_iLiygHYO