CNX Patrimonial: ex Planta Fiat Rancagua, la fábrica de la mecánica popular
(19 octubre 2022) La Corporación de fomento de la Producción, Corfo, inicia en 1958 la instalación de la Planta automotriz Fiat, y que por más de una década solo fue un elefante blanco. El contexto histórico de la época señala que la entidad gubernamental tuvo que convencer al consorcio italiano para que se instalara en la región de O´Higgins. Su objetivo fue asociase con la empresa para la fabricación de tractores y equipamiento agrícola, lo que finalmente no se concretó tras el golpe de Estado.
Gracias a algunas reformas legales se logró el traslado desde el norte del país a Rancagua, logrando de esta manera el crecimiento de la armaduría de una de las series de vehículos más populares de la época, los diminutos “fitos” (Fiat 600) y los elegantes Fiat 125.
La serie “Conexión Patrimonial: Territorios e historias Olvidadas”, del programa Oh! Citoyens Live, financiado por el Fondo FFMCS del Ministerio Secretaría General de Gobierno, y el Consejo Regional, conversó con Camillo Robertini, Ph.D. en historia y Rodrigo Michea, Director del Museo de Graneros y autor del Libro “Historia de la armaduría en Chile: historia de la FIAT”, quienes hicieron un repaso por la investigación de este hito patrimonial en un lugar que todavía recuerda con nostalgia la instalación y desarrollo de Graneros.
“Una marca con domicilio conocido” fue el eslogan comercial que mantuvo la empresa por años y que claramente fue reconocida por la popularidad de sus automóviles, y por cierto, por el clima laboral reinante. Esta marca fue una de las tres industrias nacionales automotrices más importantes junto a la General Motors en Arica y la Peugeot en Los Andes.
El investigador Robertini comenta que la empresa Fiat se estableció primero en Argentina, luego en Brasil y finalmente en Chile. Pero, ¿cómo fue la relación de la empresa con estos países que estaban en dictadura? El académico de la Universidad Católica es enfático en señalar que “era compleja, las empresas multinacionales colaboraron de cierta manera conlas dictaduras (…) o con otros experimentos políticos. Está comprobado que en Argentina y Brasil la empresa entregaba listados de trabajadores, en Chile hubo intervención militar y el grupo de dirigentes sufrió violaciones a sus derechos humananos”, dijo.
En tanto, Rodrigo Michea relata que durante el gobierno de Salvador Allende, la relación tampoco fue buena, más bien distante, “porque se implementaron políticas de proteccionismo hacia la empresa nacional, se redujo la cantidad de empresas productoras de vehículos, a través de una licitación que le dio la posibilidad que no más de 3 empresas pudieran producir en diferentes estratos de automóviles, (…) dicha licitación termina poco antes del golpe de Estado. Fiat quería quedarse en el país, pero las políticas económicas tampoco le causaban interés, ya que la inflación se disparó”, recalcó.
Hacia fines de los años 50, la planta contemplaba el diseño y construcción de un proyecto habitacional y un predio para que pudieran plantar o cultivar productos agrícolas. Para muchos trabajadores fue muy grato trabajar en la Planta. Camillo Robertini agrega que esta automotora italiana significó mucho para la localidad y sus residentes, ya que revolucionó a un pueblo que se había volcado solo a la producción del agro,
Sin embargo, fue “a partir de los 60 cuando llegaron los primeros trabajadores que venían de Arica, y luego contrató personal de la localidad, sacó a personas del trabajo precarizado, un grupo de trabajadores eran campesinos, jornaleros, y estos se transformaron en obreros industriales, aumentaron sus sueldos y modificó la dinámica del pueblo. Además, esto se reflejó en adquirir un auto propio que en la época no era muy típico. A esto se suma la construcción de sus hogares donde la empresa colaboró con el crecimiento de su calidad de vida. El ser un obrero industrial tenía un estatus social muy alto”, argumentó.
Ya entrada la década de los 80, tanto la crisis económica que vivía América Latina, como las doctrinas de shock neoliberal que comenzaban a implementarse con la dictadura civico-militar, generaron masivos cierres de industrias, entre ellas, la ex Planta Fiat ubicada en Graneros (1982).
Michea, señala que el cierre se debió a varias causas ecnómicas y políticas, pero una de ellas fue que después del golpe, al asumir el General Pinochet, elimina varias de las franquicias para inversionistas extranjeros que tenían las armadurías en nuestro territorio, las que les permitían abaratar los costos, además de la inflación que se mantuvo hasta el año 78. Pinochet también comenzó una política de proteccionismo al mercado nacional. “Llegó con negociaciones con países asiáticos y que entraban otras marcas que tenían capacidad productiva con menores costos, es decir, esas políticas incidieron que para los italianos ya no fuera rentable (…) era más barato construir en Argentina y Brasil”, agregó el director del único museo en su tipo que existe en el país.
Para saber más sobre esta historia de la ex Planta Fiat revisa la entrevista completa en el siguiente link:
https://www.youtube.com/watch?v=4JSS_S3b4mM