CNX patrimonial: “Quintay, el archivo triste de las Ballenas”
(14 septiembre 2022) Hace 14 años que Chile está libre de la caza de ballenas, pero la historia cuenta que en nuestro país esta actividad tuvo un apogeo muy importante sobre todo en la década de los años 50. Así es como en diciembre de 1943, la Compañía Industrial S.A inaugura su planta, la ex Ballenera Quintay, la cual es considerada una de las más grandes en infraestructura y tecnología en el país y que contaba con maquinarias importadas de Europa y otras fabricadas en Chile.
Alrededor de 2.500 cetáceos al año eran capturados para producir el tan anhelado aceite, margarina, jabón y harina para animales, de este modo, la ballena era aprovechada completamente. Este lucrativo e importante negocio necesitaba para su producción cerca de 1.000 puestos de trabajo, los que eran cubiertos con trabajadores provenientes de todo el país. Finalmente, Chile, en 1967 suscribió un pacto internacional de prohibición de caza de ballenas y Quintay tuvo que reinventarse, ya que la promesa de transformase en un gran puerto no se cumplió.
La serie “Conexión Patrimonial: Territorios e Historias Olvidadas, del programa Oh! Citoyens Live, conversó con el antropólogo y Doctor en Historia de la Universidad de Chile, Daniel Quiroz, quien desde el 2008 a la fecha se ha especializado en las investigaciones acerca del tema de la industria ballenera del país.
Al ser consultado por el estilo de captura aplicado en esta zona, el profesor nos cuenta que es la caza “Noruega”, una forma en la cual se les disparaba un arpón con una punta que se incrustaba de lleno en el cetáceo y al ingresar en el interior de su cuerpo se abría y explotaba. Este estilo de cacerío “se utilizaba en Quintay a comienzos del año 1943, pero en el año 64 hay un convenio , un acuerdo entre la INDUS (Industria) y una compañía ballenera Japonesa (..) gracias a este convenio se siguió trabajando en Quintay, porque entre el años 63-64 ya la compañía estaba pensando en dejar de cazar ballenas porque no era rentable, pero definitivamente se cerró en 1967”.
A lo anterior, se suma la forma de faenamiento de los diversos productos de las ballenas, porque dependía para qué se necesitaba cada uno de los insumos: “unos las faenaban para el aceite, había un sistema para la carne, habían otros sistemas para subproductos, en realidad se hacían cosas distintas y no había una diferencia muy significativa en la manera de procesarla, excepto con el cachalote, porque es una especie de ballena muy distinta a las otras, donde había un corte primario que era la cabeza”.
Según el investigador Quiroz, esta especie se procesaba aparte porque tenía un material muy importante, denominado el “espermaceti” (una cera o aceite blanquecino que se conoce también como «blanco de ballena») y eso requería un procesamiento distinto.
Quintay fue un territorio y una parte de la historia muy importante en este rubro porque había una empresa extranjera detrás y un amplio mercado internacional, cuando se creó la planta, dicha compañía requería de un lugar de importancia para obtener la materia prima, “necesitaba una planta grande, eso fue lo que hizo que desde sus orígenes fuera tan importante. Es por ello que se mataban alrededor de 2.500 ballenas al año, especialmente cachalote el 80%” (…) por más de 200 años se cazaban ballenas en Chile y no es bueno eliminar de nuestra historia lo que no nos gusta”.
La ex ballenera generó millonarias ganancias gracias a la producción de aceites, carne, harina de huesos y jabones derivados de la caza de cachalotes y de ballenas franco australes. En lo que fuera la planta de antaño hoy se levanta el Centro de Investigación Marina de Quintay (Cimarq), perteneciente a la Universidad Andrés Bello y un museo abierto a la comunidad.
Si quiere escuchar más del programa, los invito a ver el siguiente link:
https://www.youtube.com/watch?v=fMTsAsl3RB4