Psicóloga Constanza Uribe advierte sobre abuso, maltrato y abandono en la vejez
(22 junio 2022) El envejecimiento es un proceso natural que todo ser humano debe vivir inevitablemente. El dilema es cómo llegar a ser adulto mayor y no morir en el intento. En Chile hay 3.449.362 personas mayores (60 años y más), lo que representa en la actualidad un 18% de la población total, según el Servicio Nacional del Adulto Mayor – SENAMA. Entonces, ¿cómo viven o sobreviven las y los adultos mayores en nuestro país?
Según las Naciones Unidas, el envejecimiento debe ir acompañado de seguridad, dignidad y permanencia del disfrute de la vida, la salud, la integridad y la participación social. Sin embargo, con el aumento de la población de personas mayores, también se ha incrementado el maltrato, físico y psicológico. A lo anterior, se suma que durante la pandemia este grupo etario fue uno de los más afectados en todo el mundo.
En el actual borrador constituyente existe un articulado que señala que: “son titulares y plenos sujetos de derecho. Tienen derecho a envejecer con dignidad y ejercer todos los derechos consagrados en esta constitución y en los tratados internacionales de los derechos humanos ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, en igualdad de condiciones con el resto de la población”.
En el 2018, ya había información sobre el maltrato a los adultos mayores. En este estudio la Universidad del Desarrollo y Caja Los Héroes, abordaron la realidad de las personas mayores vinculando el abandono con el suicidio. Entre los factores que afectaba la salud mental estaba la propensión al suicidio, producto del abandono, la pérdida de redes familiares y sociales, entre otros motivos.
Para conocer más sobre el escenario en que se encuentran afectas las personas mayores, el programa Oh! Citoyens Live conversó con Constanza Uribe, psicóloga de la Clínica Los Carrera de Quilpué. “Tenemos una población que está envejeciendo y las cifras de maltrato no son muy alegres”, señala la especialista.
El tema aludido se refiere, según Uribe “al maltrato estructural, que consiste en cómo las personas mayores son excluidas, son despojadas de sus capacidades como personas naturales”, por ejemplo, frente a la venta de sus propiedades o bienes los que requieren de terceros para efectuar el trámite.
En el caso chileno, “es un abuso que está avalado por las estructuras sociales y que cada vez es más común”, agrega la psicóloga clínica. Sin embargo, este axioma no se observa en las culturas orientales o asiáticas donde el buen trato a las personas mayores, su incidencia en la toma de decisiones y sus derechos a la salud poseen tasa de envejecimiento inmejorables.
“Nuestra posición cultural de la vejez es desechante” y por otro lado, “aunque esté consagrado en el borrador constitucional, requiere un cambio cultural a mediano o largo plazo y no va a cambiar necesariamente porque esté en una constitución”, dijo la experta en salud mental.
Existen variados tipos de abusos para la vejez, los que se dan por acción u omisión, tanto a nivel físico, como psicológico, activado preferentemente por cuidadores familiares o profesionales. En este ámbito, cada vez es más recurrente el abuso patrimonial donde se accede a bienes de las personas mayores mediante “la apropiación de la vivienda, o se abandone a espacios menores dentro de la casa, o simplemente se accede a sus ahorros”, plantea Uribe, desde su experiencia en la Clínica Los Carrera.
La Organización Mundial de la Salud – OMS, reporta que uno cada 6 personas mayores sufren maltratos comunitarios, además de lo que viven al interior de sus hogares. Según la psicóloga, la exigencia social que se le hace a dichas personas mayores hace que cuenten con las mismas competencias productivas y a la misma velocidad con que grupos como los ‘millennials’ lo realizan. “El que no se tenga la misma fuerza física, agilidad mental, capacidad de resolver problemas bajo estrés, no significa que no sean autónomos, significa que tienen otras capacidades para resolver las complejidades modernas”, acota Uribe.
Más adelante, la profesional agrega que más que la edad, este cambio de vida se debería a la cultura de consumo contemporáneo, de la inmediatez, del desecho, de las comunicaciones inmediatas, entre otros factores de exitismo. Por ello, el diálogo y la acogida familiar es clave en la salud mental de las personas mayores, respetando sus cualidades y aportes de experiencia, además del resguardo al envejecimiento natural. “No son personas descapacitadas. Tienen otras cualidades, diversas competências”, señala Constanza Uribe.
Ver entrevista completa en:
https://youtu.be/cdd1iF_jTJc